Sarna en Gatos - Todo lo que debes saber
La sarna es una de las afecciones cutáneas más comunes entre muchas especies de animales, incluído los felinos, por eso hoy te explicamos todo lo relacionado a la sarna en gatos.
Esta enfermedad afecta la piel de los animales y es muy contagiosa, puede contagiarse entre especies, incluso podemos contagiarnos los humanos, por eso importante que conozcamos como prevenirla y como tratarla.
¿Cómo se origina la sarna?
Aunque la sarna es un problema cutáneo muy común en perros y gatos, pocos saben cuál es la causa.
La sarna se origina por un ácaro, un parásito del orden de los arácnidos que viven en el polvo, y se encuentran en muchos objetos e incluso sitios de la casa.
Por ejemplo, pueden vivir en la ropa, en las toallas, muebles, cama y ropa de cama, alfombras, prácticamente en casi cualquier tejido que reciba polvo.
Pueden estar reproduciéndose en tu casa sin que tú te des cuenta y pueden afectar a tus mascotas e incluso a ti.
Una vez contagiado el animal o persona sentirá un picor insoportable en la piel que hará que las capas de la piel se rompan por rascarse continuamente. En este punto el ácaro sigue viviendo y puede contagiar a otros animales, a través del contacto.
Por eso lo mejor que podemos hacer es mantener la higiene en todas las zonas de nuestro hogar. Además, debemos lavar las camas de nuestras mascotas al menos una vez al mes para evitar que los ácaros proliferen y causen este tipo de enfermedades en la piel.
Pues, aunque no es una enfermedad grave, hace que la calidad de vida de tu gato decaiga y puede acarrear otras enfermedades más graves o peligrosas.
Tipos de Sarna en Gatos
Aunque los síntomas son parecidos, y todas son producidas por distintos tipos de ácaros, la sarna en gatos se divide por la zona afectada.
Sarna Canina (Sarna Sarcóptica)
A pesar del nombre "canina" este tipo de sarna puede afectar también a los gatos y humanos. Generalmente los gatos se contagian de este tipo de sarna por entrar en contacto directo con un perro enfermo de sarna.
Puede que el contagio haya ocurrido con un perro que viva en la misma casa o por un perro cercano que haya tocado a tu gato.
Sarna Felina (Sarna Notoédrica)
Los síntomas de este tipo de sarna son parecidos a la sarna canina, sin embargo, son producidas por un ácaro distinto, el notoedris cati.
Se origina en gatos jóvenes y débiles, igual que el resto de los tipos de sarna, esta también se contagia por el contacto directo o indirecto con las larvas del ácaro.
Ácaro del oído (Sarna Otodéctica)
Este tipo de sarna afecta directamente los oídos del gato, es decir, los ácaros afectan principalmente el oído medio, aunque también pueden trasladarse al oído externo.
Ocasionan un picor extremo y realmente incómodo para tu gato y si no se trata a tiempo puede afectar el tímpano y dejarlo sordo.
Caspa Caminante (Cheyletiellosis)
Les llaman caspa caminante por la forma que tienen, pues son pequeños y color blanco como la caspa. Estos ácaros se mueven rápidamente por todo el cuerpo del animal, también puede ser contagiado a otros animales y a humanos.
Este tipo de sarna afecta especialmente a los gatos y a los conejos, aunque también puede afectar a los perros jóvenes y cachorros.
Trombiculosis
Los ácaros que producen este tipo de sarna se les conoce como niguas. Estos se pegan a la piel del gato y se nutren de la sangre del animal hasta caer. Parecen pequeños óvalos anaranjados que generalmente se encuentran en la cabeza, las patas o el vientre del gato.
Este parásito atraviesa la epidermis del animal y se aloja ahí por lo que uno de los tratamientos es eliminar el parásito de forma manual.
Sarna demodécica
Este tipo de sarna en gatos es poco común. Suele afectar a gatos con las defensas bajas o con enfermedades base como la leucemia felina.
El principal síntoma es que ocasiona que las zonas afectadas estén sin pelos, además puede ocasionar costras en esas mismas zonas.
Síntomas de la sarna en gatos
Picor intenso
El animal afectado puede sentir un prurito insoportable, que puede desencadenar a la vez una irritación que hará que el gato lame la zona de manera compulsiva.
Lesiones cutáneas
Las lesiones en la piel en los episodios de sarna en gatos no son sistemáticas, pero si ayudan a identificar la forma de la enfermedad que sufre. Son ocasionadas por rascarse repetidamente.
Inquietud
Por causa del picor el gato puede estar molesto e inquieto, se le hará difícil mantenerse tranquilo por lo que en etapas tempranas puede estar más intranquilo de lo normal.
Pérdidas de pelo
Como las zonas donde está la sarna es muy arañada, suele perder pelo lo que es considerablemente visible con el pasar del tiempo.
Granos y costras
En la zona afectada pueden nacer pequeños granitos o costras como resultado del rascado. Estas heridas pueden infectarse y empeorar el episodio de sarna.
Hiperpigmentación de la piel
A causa de las mismas lesiones la piel se engrosa y puede oscurecerse.
Secreciones auriculares
En el caso de la sarna otodéctica se pueden producir secreciones marrones en los oídos del gato. Esto puede causar infecciones en los oídos, sangrado, hemorragias e incluso perforar el tímpano si no es tratada a tiempo.
¿Cómo se diagnostica la sarna en gatos?
En primer lugar, el veterinario hará evaluaciones visuales, es decir, verá las heridas y analizará el picor que el gato sufre. Dependiendo de las zonas o de la forma de la sarna puede descubrir que tipo de sarna es.
En cambio, si no está seguro puede tomar una muestra de la epidermis del gato, raspar un poco de la zona afectada y verla bajo el microscopio en busca de larvas, ácaros o excremento de estos parásitos para saber el tipo de ácaro.
En última instancia el veterinario puede indicarte exámenes de sangre para asegurarse del tipo de sarna que está sufriendo tu animal, pues algunos tipos pueden ser menos reconocibles a simple vista.
¿Cuál es el tratamiento para la sarna en gatos?
Para tratar a un gato con sarna es primordial atacar los síntomas y evitar las reinfecciones, por eso ante la menor duda debes acudir de inmediato al veterinario.
Pues con el pasar de los días si los síntomas no son tratados, empeorarán y pueden desencadenar peores enfermedades.
Una vez se diagnostique al gato, el veterinario te recetará un plan de tratamiento que debes seguir al pie de la letra, pues de esto depende el éxito del mismo.
Lo más probable es que puedas hacerle el tratamiento en casa, pero tendrás que ir periódicamente para que el veterinario vea la evolución de tu gato y haga algunos ajustes en el tratamiento, de ser necesarios.
El tratamiento se basará en:
- Recortar los pelos de las zonas afectadas para que las lociones que apliques penetren directamente a la piel
- Champús, cremas, lociones o polvos que matarán los ácaros y larvas causantes.
- Inyecciones en la piel (Suministradas por el veterinario)
- Comprimidos o capsulas que ayudarán a eliminar posibles parásitos internos.
- Lavar todos los tejidos (tela u objetos) que pudo haber estado en contacto con tu gato y que puedan contener los ácaros.
Es importante que tengas en cuenta que deberás alejar a tu gato de cualquier otro animal que viva contigo, pues puede contagiarlo.
Además, deberás desinfectar todo con productos especiales para mascotas, puedes consultar con tu veterinario cual es el más adecuado.
¿Cómo prevenir la sarna en gatos?
Hay dos puntos realmente importantes en la prevención de la sarna en gatos, la primera es la limpieza, debes tener al día las zonas donde tu gato duerme o descansa durante el día.
No solo su cama sino también los muebles de tu casa o incluso las alfombras donde suele echarse. Por eso debes lavar regularmente todo este tipo de objetos y cambiar las sábanas al menos dos veces por semana.
Otro punto importante es la alimentación, pues está comprobado que este tipo de ácaros causantes de la sarna atacan más que todo a gatos con problemas de desnutrición, o que tienen las defensas bajas. Una de las maneras de mantener a tu gato saludable es cuidando su alimentación.
Debes prestar atención si tu gato deja de comer y buscar la razón de esto, con respecto a este tema puedes profundizar leyendo nuestro artículo ¿Por qué mi gato no quiere comer?
Por otro lado, también debes mantener al día el tratamiento antiparasitario de tu gato, de esta manera evitarás estos contagios y también el de pulgas o garrapatas.
Recuerda que este tipo de tratamientos son con dosis mensuales y son recetadas por tu veterinario, de allí la importancia de acudir al veterinario al menos dos veces al año.
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